Para que este mini robot pase a ser completamente funcional, deberá ser completamente autónomo y tendrá que adoptar los mismos comportamientos que las abejas si estos, esperemos que no, tengan que sustituir de verdad a estos insectos. 

​

El misterio de la desaparición de las abejas es un tema que trae de cabeza a la comunidad científica. Si finalmente se extinguen, puede que dentro de cincuenta años, quienes estén todavía por aquí, tengan que explicarle a las nuevas generaciones por qué hay robots volando entre las flores. Y explicarles además que están basados en unos insectos que se extinguieron y que eran esenciales para nuestra supervivencia.