El sexo ha tenido siempre una función biológica esencial y desde el punto de vista evolutivo, ha eliminado genes perjudiciales y potenciado los beneficiosos, creando combinaciones que mejoran las ya existentes.

Lo que se cuestiona hoy es cómo serán las relaciones sexuales en el futuro. Por ejemplo, qué papel jugarán las gafas VR. Los avances de la realidad virtual ya están aquí: mediante la utilización de gafas VR el usuario se sumerge en una experiencia casi real y además el futuro garantiza que podrá mezclarse con gadgets que permitirán la interacción con lo que vemos.

La compañía estadounidense Synthetics ya fabrica muñecos sexuales hiper- realistas, con precios que van desde los 5.000 euros hasta superar los 10.000. Tienen columna vertebral y una estructura interior con la que se consigue adoptar diferentes posturas. Puedes elegir rostro, pelo, cuerpo... hasta añadir tatuajes. Eso sí, cada extra se suma a la factura.